Cuando hablamos de enfermedades infecciosas en perros, la cinomosis y la parvovirosis son las primeras que nos ven a cabeza, que son las más comunes. Pero engañase quien piensa que los riscos que los perritos curren son solamente esos. Hoy vamos hablar sobre la leptospirosis canina ¿Sera que sus animales están corriendo riscos?
La leptospirosis es una enfermedad de gran importancia, también conocida como “enfermedad de la orina del ratón”, que puede ser transmitida por los roedores, bovinos, perros y otros animales. Es una enfermedad infecciosa causada por bacterias del género Leptospira, que tiene más de 250 sorovares, clasificados en sorogrupos, o sea, son bacterias divididas de acuerdo con sus características antigénicas. Esa enfermedad, que atinge de forma grave los riñones y el hígado, es una zoonosis y puede ser transmitida de los animales al hombre.
La transmisión puede ocurrir de forma directa o indirecta y normalmente el perro si contamina al entrar en contacto con el principal transmisor (ratón) o su orina. El hombre, en la mayor parte de los casos, cerca de 80%, infectase por contacto con agua contaminada con leptospiras provenientes de la orina de algún animal infectado (perro o ratón, por ejemplo); o directamente por la manipulación de tejidos, ingestión de alimentos o agua contaminada.
La leptospira puede penetrar en la piel integra, piel con pequeñas heridas o mismo en las mucosas. La inhalación de aerosol contaminado también puede transmitir la enfermedad. Y tanto las especies domésticas, como las silvestres son capaces de adquirir la infección y tornaren se portadoras, pudendo transmitir al hombre.
El perro, principalmente por su contacto próximo con las personas, tornase la principal forma de transmisión de la leptospirosis humana, pudiendo eliminar leptospiras viables en la orina, aún que no manifeste ningún síntoma.
Un factor muy importante que facilita la transmisión del ratón para el perro es dejar el alimento del animal expuesto en comedero durante toda la noche, bien como raciones almacenadas abiertas o en local de fácil aseso al roedor. Esas situaciones son responsables por atraerlos y facilitar la transmisión al perro. Entonces, sigue un alerta para tener más cuidado con esas situaciones.
El surgimiento de síntomas puede variar mucho, desde un caso asintomático, señales leves, o hasta mismo con complicaciones que llevan el perrito a la muerte. La gravedad, entonces, varía de acuerdo con la edad del animal, respuesta inmune, status vacunale, sorovar envuelto y otras variantes.
Muchas veces, la leptospirosis puede pasar desapercibida, pues los animales pueden tener síntomas muy inespecíficos que se confunden con varias otras enfermedades. Cuando los síntomas más clásicos son notados, como la famosa ictericia, que ocurre cuando el perro presenta las mucosas y la piel amarilladas, eso significa que la enfermedad probablemente está más avanzada.
Apatía, diarrea, vómito, debilidad y fiebre son los primeros síntomas. El dolor abdominal y las petequias (que son pequeños puntos rojos en la piel) pueden indicar que la enfermedad esta evaluando. En casos más graves, el animal puede tener síntomas de insuficiencia renal y danos hepáticos, con ictericia, poliuria, polidipsia y otros.
El síntoma de ictericia, responsable por dejar la piel y las mucosas amarilladas, puede ser un signo de leptospirosis en cuadro más avanzado. En esos casos, lo ideal es que el perro sea atendido por un veterinario lo más rápido posible para hacer el diagnóstico. Ningún tratamiento deberá ser hecho sin orientación del profesional.
Es muy importante que los tutores entiendan que corren riscos al no vacunar sus perritos, aumentando el risco de infección, hasta mismo para si propios. La vacunación contra la leptospirosis no protege apenas los perros, pero también disminuye las chances de infección de los hombres.
La vacunación del perro contra la leptospirosis, normalmente es hecha junto con las vacunas múltiples. Pero, los animales más expuestos a los riscos deben recibir refuerzos más frecuentes, de acuerdo con la indicación del veterinario. Perros que viven en áreas próximas a lagos y lama o áreas de inundaciones están más susceptibles.
Otro factor muy importante con relación a la prevención es que hay muchos sorovares y sorogrupos de leptospira en todas las regiones del mundo, y cuando un animal es vacunado contra un sorovar, él no está protegido contra otros tipos, es necesario que la vacuna contenga al menos, los más importantes en cada región. Y como no es siempre que es posible detectarlos, lo ideal es que ella contega protección contra un gran número de sorovares existentes en el local, conforme recomienda la Asociación Veterinaria Mundial de Pequeños Animales (WSAVA, 2016):
“Cuando una vacuna contra la leptospirosis es utilizada en perros de alto risco, debe ser usada la vacuna comercial que contenga todos los sorogrupos que causan la enfermedad en perros en aquella región, si disponible […] Paras las vacunas contra la leptospirosis, los productos que tienen varias leptospiras en su composición pueden ofrecer más protección si su formulación evidenciar científicamente la justificativa para inclusión de múltiplos sorogrupos en la vacuna.”
La vacuna más completa que hay hoy en mercado contra la leptospirosis canina es la Vencomax 12, que fornece protección contra 6 enfermedades como la cinomosis, parvovirosis y otras, y más 7 sorovares de leptospirosis, contiendo los más comunes en diversas regiones. Además, es la única que posee protección contra dos sorovares importantes en perros, la Leptospira hardjo y la Leptospira pyrogenes. Para saber dónde comprar, adentra aquí.
Y para finalizar, vale un recado: los tutores deben siempre eliminar los posibles atractivos para los roedores, haciendo una correcta limpieza del ambiente y almacenando adecuadamente los sacos de raciones. Protegiendo su perro, usted protege también su familia.